Tejedor | Poemas de Josué Ramos



 

Conviene no recordar

 

Octubre es una puñalada en la memoria,

un golpe en la placenta del recuerdo.

Porque octubre es un pésimo mes para recordar.

 

A veces es una lenta invasión del otoño,

o es una mano en el hombro

invitando al sagrado ritual del llanto…

 

Sus días bien parecen una mujer que desnuda su espalda

para que el oleaje de las tardes

se lleve su vestido de marchitas hojas,

y su cuerpo quede a disposición del viento.

 

Pero no.

Octubre es tan sólo una lenta invasión de la nostalgia;

una vana pretensión amorosa

tratando de que el olvido la arrulle.

 

Porque sus últimos días son tristes:

 

Se la pasa llorando,

observando el lerdo andar de sus lágrimas

que son a veces hojas vencidas de un viejo otoño

del que conviene no recordar.

 

 

Tejedor

 

He construido

con hilos de humo la sombra

de tus besos

 

cada borde es tejido

por la aguja de mi memoria

 

tejedor entre recuerdos

asomo mis dedos

a la rivera de tu boca

 

y cuando mi obra

está casi conclusa

arrimo cautoteloso

a tus labios mi boca…

 

pero todo se vuelve impreciso:

humo es derramado

en mis labios

y nada prevalece

salvo la ausencia de tus besos.

 

Oculto corazón

 

Sí, tu corazón es frágil

corre peligro de calcinación

como papel cercano al fuego

como un otoño ante los labios del sol

peligra la brizna del amor

ante el extravío perpetuo

así dijiste

 

Por eso lo ocultaste del mundo

y de los feroces amantes

que lo desean para su ostentoso búcaro

 

Hiciste bien al enterrar tu trémulo corazón

a la cruz del jardín ignoto

pero yo te observaba desde siempre

y desde lejos

para arrancarlo de la madrugada

como una piedra.

 

 

Autor: Josué Ramos (El Salvador, 2000). Estudiante de licenciatura en Letras en la Universidad de El Salvador. Miembro del taller literario Zarza, de la misma Universidad. Ha publicado poemas en la página «Dialogando con el Gato» y en la revista literaria «Primera página».

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