Les presentamos una muestra poética de Krisma Mancía, quien nos acompañará en el segundo Encuentro Virtual de poetas «Miguel Álvarez Castro» a desarrollarse el 25 y 26 de septiembre.
¿Oyes cómo cruje el pan?
El insomnio que es un bello insecto de escamas verdes
me ha llamado "cobarde" sin motivo.
Me corto los pies con un serrucho.
Es mejor mantenerse ocupada,
recomiendan los expertos que saltan de tecla en tecla
como si ellos fueran ovejas para dormir.
¿Qué hago con las luces?
¡Cázalas!, dice un gato con las noventaynueve patas que no tengo.
¿Tengo gato?
No, cucarachita. Soy tu migraña dormida en tu cama,
un enorme espejo, una neurona que se ha muerto.
Soy tu amante, cucarachita linda.
¿Oyes cómo cruje el pan?
Por favor, no cuentes más, dice un elefante aterrado en una tela de araña,
te vas a volver roca y nacerán perlas de tu boca,
y diré que nadie te toca hasta rimar con loca.
¿Oyes cómo cruje el pan?
II
No tienes que encontrarme.
No tienes que abrazarme.
No tienes que conocer el número exacto de mi holocausto.
No tienes que saber que muero de hambre
porque yo odio la palabra “hambre”.
Me quiebro cuando alguien pronuncia “hambre”.
Me hace imaginar un agujero sin fondo donde se esconde una migaja.
El hambre es impredecible.
Nunca sabes cuál será su manifestación.
Nunca sabes qué harías por una migaja.
Matar de hambre, la manera natural del exterminio.
No hay otra belleza que morir de hambre.
Es una cosa extraña.
Es alucinante.
Hace la mejor versión del poema.
La mejor idea para una tragedia.
La mejor nota musical del silencio.
El hambre.
La cereza negra en los tobillos.
La vista nublada y envenenada.
La moneda tibia en la boca.
Tienes que beberlo.
Tienes que olerlo.
El hambre te hace un cuchillo, un animal de doble filo,
un depredador de todo lo verde y gris,
un grillo sazonado al sol.
El hambre.
La naturaleza te lo explica en mil detalles.
Puedes acompañarte de soledad
como un árbol que crece con sus raíces,
como un viernes a las cinco de la tarde,
pero nacemos con la boca abierta por hambre.
Lloramos de hambre, no de frío.
El frío no se come. El frío se adquiere por genética.
Escalera abajo en la cadena evolutiva.
Nuestro pequeño defecto.
Lo único que tenemos para ser imperfectos.
El hambre.
No hay corazón para traicionar por un pedazo de pan,
pero el hambre es fuerte,
el latido del hambre en la boca... duele.
Los corazones limpios y justos no son felices,
a veces se deben teñir de maldad.
No hay perdón que valga.
No hay justicia que nos defienda.
No hay corazón en ese pedazo de pan que se mendiga.
El amor nos sujeta y la razón nos obliga.
III
Se habla del suicidio
como se habla del pan:
hermoso, deseable y extenso sobre la mesa,
pero pocos lo comen.
Se habla de Marcela y su orgasmo prolongado.
Se habla de Marcela colgada dentro del armario.
Pero nunca la vieron tan adorable
como cuando mamá la extendió húmeda sobre la mesa.
Nunca.
De Nueva Cosecha (2016)
Krisma Mancía
San Salvador, El Salvador, 1980
Estudió letras en la Universidad de El Salvador (UES), teatro en La Escuela Arte del Actor y perteneció al taller de talentos de La Casa del Escritor de El Salvador bajo la tutela del escritor Rafael Menjívar Ochoa. Tiene formación en escultura y cerámica por el Centro Nacional de Artes (CENAR) y desde muy joven recibió formación integral en Género y Derechos Humanos. Es creadora de la marca Eccoleqúa, especializada en joyería elaborada con materiales no convencionales.
Ha publicado “La era del llanto“, en la Colección Nuevapalabra bajo el sello editorial DPI (Dirección de Publicaciones e Impresos) de El Salvador, 2004; en noviembre del 2005 “Viaje al Imperio de las Ventanas Cerradas” ganó el I Premio de poesía joven La Garúa en la rama internacional y fue publicado en 2006 por la casa editorial La Garúa, de Santa Coloma de Gramenet, Barcelona, España; en 2016 publica “Nueva Cosecha” por la Editorial Casa de Poesía de Costa Rica y “Pájaros imaginarios y trenes invisibles entre tu ciudad y la mía” que fue editada por Valparaíso de España y publicada por la Editorial Municipal de la Alcaldía de San Salvador.
Varios de sus textos literarios han sido recogidos en diversos periódicos culturales, en antologías y en revistas de América Latina y España. Y ha participado en varios festivales, conferencias y recitales relacionados a la literatura a nivel nacional e internacional. Además, imparte talleres y asesora en literatura y arte-reciclable.
Fue la primera directora asignada a la Casa de la Cultura de la Mujer en la primera sede de Ciudad Mujer. Actualmente trabaja en el Ministerio de Cultura de El Salvador coordinando los Juegos Florales nacionales.
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