Un voto para el olvido| Poemas de Álvaro Darío Lara

 



Un voto para el olvido 

 

Nunca más levantaré el teléfono

para despertar la estrella

la aurora

la madrugada infinita de tu presencia.

 

Nunca más

serán tus piernas en el sofá de mis manos.

Ni el vino ni el tabaco de tu ausencia.

 

Hoy

he sacado mi corazón para apuñalarlo

en la turbulenta bruma del mar.

Para destruirlo definitivamente.

Para incendiar la casa.

Para dinamitar todo tu posible recuerdo.

 

¿Sabes? Tú y yo hemos perdido

–como en los versos de Ernesto Cardenal–.

Para siempre. Ahora sí, para siempre,

amor, terrible amor. Amor mío.

 

Últimos días de mayo de 2002

 

 


Geranio

 

En octubre

prometí regalarte un geranio.

Arrancarlo de la Casa Materna.

Sembrarlo.

Abonarlo.

Sentir fijo ya su tallo.

Ver sus raíces seguras.

 

En octubre

prometí regalártelo.

Te pregunté por el color

y te fueron iguales todos.

 

Pero el geranio que te regalaré

tendrá un único color,

ése que sólo tú

supiste adivinar.

 

Puede ser en octubre

más bien en noviembre.

Nadie lo sabe.


       1992



Dedicatoria 


¿A quién más 

sino a ti

van estos versos?


Ahora que te has marchado 

ahora que se ha apagado 

              brillante 

la música 

y sólo vive ya la ceniza

de los últimos cigarros.


Tu perfume

     aún 

llenando la estancia

bajo la pupila 

de los retratos.


Sí, a ti irán dedicados 

                 estos cantos.


Ojalá lleguen a ser altos

no por la gloria de ellos,

sino por ti,

por ti.



Viernes 24


¿Y qué quedará después de todo esto?


Apenas ruinas

un marco de ventana 

la zarza ya crecida

donde hasta ayer habían rosales.

La herrumbre del viejo atrio, 

los gatos deslizándose silenciosos 

por los corredores donde el viento pasa.


¿Qué quedará después de todo esto?


Cuando se hayan apagado 

todos los cigarrillos posibles 

y la música se detenga 

al final de la canción aquella.


¿Dónde estará tu voz 

increíblemente fuera de mí?

¿Dónde estacionará?

¿En qué esquina? ¿En qué calle?

¿En qué sitio?


¿Dónde...?



Mañana


Necesité tres siglos para reponerme

de mi último ajenjo.

En la mañana un sol cayó 

noblemente sobre mi rostro,

y tu imagen de gaviota 

aún revoloteaba en mis oídos.


       1986




Álvaro Darío Lara


El Salvador, marzo de 1966. Poeta, académico y crítico literario. Licenciado en Letras por la Universidad Centroamericana "José Simeón Cañas", UCA. Profesor universitario en las áreas de literatura y humanidades. Perteneció al Taller Literario Xibalbá, agrupación que aglutinó a jóvenes y significativas voces de los años ochenta. Ha ejercido el periodismo cultural desde 1982, en medios impresos, radiales, televisivos y digitales. Su obra poética ha sido premiada en certámenes nacionales e incluida en antologías salvadoreñas e internacionales. Asimismo sus ensayos y cuentos se han publicado en órganos locales y extranjeros.


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