Ryōkan Taigu 良寛大愚 (1758–1831)
Ryôkan Taigu vivió gran parte de su vida como ermitaño, pasó gran parte de su tiempo escribiendo poesía, caligrafía y comunicándose con la naturaleza.
***
Voy siguiendo el curso del agua, buscando donde mana.
Llego allí donde una fuente parece comenzar, desconcertado;
comprendiendo que no se alcanza jamás la fuente verdadera.
Apoyado en mi caña, por todas partes, rumor de agua.
***
Llevando una vela, noche de nieve en la montaña;
en la calma nocturna, los copos de nieve vuelan.
Libre, a mi aire.
Lo verdadero, lo falso, ¿Qué importan?
***
¿De dónde vino mi vida?
…
¿Dónde irá?
…
Junto a las ventanas de mi tosca choza
busco mi corazón en silencio profundo.
…
Aunque busco y busco,
no encuentro dónde empezó todo,
¿cómo voy a encontrar su final?
…
Ni el momento presente se puede captar;
todo cambia, todo es vacío:
este yo solo existe por un momento en esa vacuidad.
…
¿Cómo decir si algo es o no es?
…
Es mejor quedarse con esos pensamientos pequeños,
dejar que las cosas sigan su curso sencillamente
y así, ser natural y tranquilo.
***
Calma noche bajo la ventana vacía.
Sentado en meditación, envuelto en mi robe (kesa) de monje,
ombligo y nariz permanecen correctamente alineados,
las orejas y los hombros en el mismo plano.
La ventana es blanca, la luna acaba de salir;
la lluvia ha cesado, alguna gota cae todavía…
En este preciso instante, mi sentimiento es extraordinario,
vasto, inmenso,
sólo por mí conocido.
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