DOSSIER DE POESÍA HONDUREÑA | PARTE I

 Presencia Universitaria

Pintura: Miguel Ángel Ruiz


La historia de Honduras se puede escribir en una lágrima, nos recuerda  Rafael Heliodoro Valle, y es cierto. Sin embargo habría que extrapolar  todo el espectro de los colores que la luz nos muestra al pasar por esa lágrima. La forma en la que cada visión se apropia de lo que necesita para revelar su realidad.

Acá algunas visiones de una misma estructura amorfa, y por demás está decir que hacen falta muchas otras lenguas-poetas que describan sus aproximaciones, así sin siquiera pensar que lo hacen, como debe ser. Estas personas son de hecho poetas que hacen de la escritura un lugar donde encontrarse, y quizá deban ser incluidxs a este abanico, pero sería demasiado largo lo que esta selección intenta poner frente a sus lectorxs. Quedará la responsabilidad de hacerlos visibles de otras maneras en la tela del espacio-tiempo.  

Acá hay una muestra caprichosa de lo que bien podría ser imaginar a un país, extrañarlo desde una tierra otra, vivirlo también desde la víscera, amarlo y sufrir su amor de múltiples formas y con los ojos llenos de distintos tiempos.  



Rommel Martínez


*




Armida García


(1971) Poeta, Lic. En literatura. Gestora cultural. Dirige la editorial artesanal Pez de Plata.



XX


Tierra sin puntos cardinales

de casa con muletas  

que baten en los acantilados, 

de cactus que florecen 

en la boca de los perros 

y amaneceres que dan en adopción los platos.


Aquí 

el cielo es angosto, 

tanto, 

que los cuervos tapan el sol 

con los dedos.



VIII


Hoy descubrí 

tornillos 

en la articulación de mis dedos 

y mi grito fluyó en series numéricas.

Ahora entiendo 

de dónde proviene 

ese maldito eco de engranajes 

que no me deja dormir.




Néstor Ulloa


(1978) Poeta. Máster en literatura española y latinoamericana. Subdirector del festival internacional de poesía Los Confines.  


NÉMESIS


Por dentro,

el agua ha devorado su frontera.


El mar pende de las ventanas

que abrimos en mitad de la noche

y se traga las lunas

que oscurecen la garganta de los lobos.


Por dentro, la arena se pierde tras las huellas.


Un viento poblado de mariposas violentas

acuchilla los misterios encerrados en los escapularios.


Por dentro,

el fuego torna los arados en espadas.




V


Ayer, una ráfaga de miedo brotó en plena calle.

Una oscura carcajada de balas 

se balanceaba en la cuerda 

con el peso de todas las balas del mundo, 

con la alevosía de quien pretende plantar espinas 

en el corazón del agua.

Sonó afilada 

como el cuchillo en el costado en la vendedora de flores 

o el punzón en la sien del estudiante de Medicina; 

ambos noticia en el periódico de hoy.

Sonó rupestre 

como la bota que derribaba la puerta  

para que entrara la noche en los ojos de Berta.*


El eco recorrió la ciudad

 impregnando el día 

con ese sabor acre de la sangre en la lengua 

o como ese sabor dulzón de la muerte en la garganta.




Mayra Oyuela


(1982) Poeta. Gestora cultural. Directora artística de Casa Cultural Bocaloba



ÍNDOLE

 

                                                                            Deja que respiremos el velo

                                                                            que nos oculta el uno al otro

                                                                                            Paul Celan

 

 

Aprendí de la nostalgia

la parte más oscura del camino,

cuando la luz es un vuelo cegador

que no permite pasos firmes,

ni huellas hundidas para dar de beber

a la fiera que camina tras cualquier errante.

Aprendí:

la palabra es el suceso,

la circunferencia,

el átomo que respira tras la tinta en el papel.

Aprendí a creer no sólo en lo sensorial y evidente

la poesía es lo que está dentro del guante,

el pabilo sumergido

una y otra vez en la parafina

para luego abrirse en luz 

en una casa de bajareque,

en pleno noviembre, en plena madrugada.

Aprendí a asumir

un tembloroso no en los dedos,

a entender lo lúcido del miedo

cuando la enfermedad llega a la cama de la madre.

Aprendí, que no he de aprender a decir adiós

y mucho menos

cuando se trata de esos huidizos poemas

que delibero y nunca he de escribir.

Aprendí a no llamarme poeta en el primer encuentro,

a ser atinada con los seres

que de antemano sospecho comenzaré a amar,

aunque no sepa hablar de amor

y tampoco quiera aprenderlo.

Aprendí que la intimidad no existe,

las ideas novedosas son el principio

o el final del diálogo entre los transeúntes

que rozan tu hombro en medio del camino.

No hay nada nuevo en este mundo

y eso debo aprenderlo

porque aunque sé,

que cada individuo es un evento irrepetible,

el ser es como una mancha en el techo

al que se le hallará todo tipo de formas.


***


Vi a una mujer emerger de la piedra

vi a la piedra emerger de la mujer

vi su furia de tierra

su fuga de arena

su derrame de viento nostálgico.

Vi la distancia entre ambas

el abismo de los siglos

la mueca torcida en el golpe seco

de los confines.

Vi la tribulación,

lo cíclico de un mundo brotado de la tierra.

Pero la piedra que brota de una mujer

sabe vencer las masas de tiempo que la acongojan,

sabe lijar la fe del agua que labra la hendidura.

Para que sangre la piedra

primero debe sangrar la mujer

para que sangre la mujer

primero debe comer de la tierra

su partícula más imperfecta

y así parir hombres húmedos

que surjan de su polvo.




Livio Ramírez 


(1943). poeta, ensayista, catedrático universitario.



*


Escribo:

Estoy solo a la orilla de estos textos.

¿Qué precipicio he de cruzar?

¿Quién soy en esta incandescencia total?

¿Quién ordena el asalto del fulgor?

¿Quién ha muerto esta noche 

sobre mis páginas?

¿Cuándo colocaré la última pierda

de esta casa agitada y visceral?


Digo que la poesía 

es el único documento personal que poseo.

Carezco que de otro medio de identidad.

Digo que eres mi centro enllamarado.

Mi código de fuego.

Mi texto de aullidos.

Explosión queridísima donde escucho la vida 

Arma para vivir.



…de: escrito sobre el amanecer.



*


Buenas noches América.

Atlántico que me unes y me separas.

Buenas noches país descuartizado.

Patria vendida en el mercado negro.

Ciudad que trituraste mis sueños 

y mis nervios.

Barrio desdibujado, 

patio de Nina Lincho, 

casa donde nací.

Apartamentos, cuartos:

Increíbles cavernas donde he vivido.

Sepulcro de mi padre.

Ferocísimo amor que me consumes.

Estoy solo, impotente 

ante los estallidos 

de mi propia memoria.

Es como si un animal salvaje 

revoloteara en mi sangre.

Como si un clavicordio 

rodara en mis entrañas.



Hasta mañana 

seres humanos.

Que descanses 

casa degenerada:

planeta que debieras nacer de nuevo.

Hasta mañana, ciudad, 

ciudades.

Buenas noches

Amado mundo podrido.


…de: escrito sobre el amanecer.



*Berta Isabel Cáceres Flores  fue una líder indígena lenca, feminista  y activista del medio ambiente hondureña.

Cofundó el COPINH para luchar por los derechos de los lencas y ganó el Premio Medioambiental Goldman, el máximo reconocimiento mundial para activistas de medio ambiente. Fue asesinada después de años de haber recibido amenazas contra su vida. Su asesinato fue ampliamente condenado a nivel internacional en toda América y parte de Europa.

Selección a cargo de Rommel Martínez: Poeta.

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